Tipos de fertilizante
Las plantas necesitan para su crecimiento el aporte de una larga lista de elementos químicos que se dividen en macroelementos y microelementos, presentes tanto en los fertilizantes naturales como en los industriales.
Los abonos orgánicos aportan nutrientes, pero su beneficio fundamental es la mejora de las propiedades físico químicas de los suelos y su actividad biológica. Los abonos minerales tienen por función aportar la mayor parte de los nutrientes que la planta precisa.
Índice NPK
El contenido en nutrientes de cada fórmula condicionará las dosis de abonado recomendadas. Por eso, las concentraciones de Nitrógeno, Fósforo y Potasio y la proporción en la que se encuentran estos elementos nutritivos (equilibrio), son fundamentales
A grandes rasgos, los preparados para la fase de crecimiento deben incorporar un contenido alto en Nitrógeno, mientras que para la fase de floración se aconseja mayor aporte de Fósforo y Potasio. Al final del proceso se suele eliminar el Nitrógeno y solo darle a la planta P y K.
Los fertilizantes de cannabis son abonos base. A la hora de decantarse por uno u otro fertilizante, es recomendable asegurarse de que la tabla de tiempo del fertilizante encaja con los ciclos dados para tu cepa de cannabis. No podemos aplicar el mismo fertilizante a nuestra planta en cualquiera de las fases.
El fertilizante de crecimiento se utiliza a partir de los 21 días desde su nacimiento y hará que las plantas crezcan más fuertes y en menos tiempo. Debe aplicarse con el agua y en las dosis indicadas en la botella.
El fertilizante de floración, está indicado para las plantas antes del inicio de este ciclo. Para saber el momento exacto hemos de fijarnos en que a las plantas hembras les salgan los primeros pistilos (son como pelitos blancos). En las dos últimas semanas, no es aconsejable el uso de fertilizantes y conviene hacer un lavado de raíces en la última semana.
¿Qué expresa tu planta?
Ahora que ya sabemos un poco más sobre los fertilizantes, vamos a analizarlos centrándonos en los macroelementos primarios, ya que son los más consumidos por las plantas: el famoso índice NPK (Nitrógeno, Fósforo y Potasio).
Nitrógeno (N) – Promueve el crecimiento de la planta.
Los abonos químicos son más fáciles de absorber por parte de la planta y el proceso de crecimiento vegetativo es más rápido que en abonos orgánicos. En ellos, el Nitrógeno se encuentra principalmente en forma nítrica. Si optamos por fertilizantes minerales, debemos tener en cuenta que su presencia en las fases finales de la floración puede dar lugar a ese regusto metálico tan característico y reconocible a la hora de las catas. También son más propensos a la sobrefertilización.
En los abonos orgánicos, el Nitrógeno se encuentra en forma amoniacal u orgánica. Su absorción es más lenta pero tiene otras ventajas, como el menor riesgo de sobrefertilización.
En la fase final de floración los contenidos de Nitrógeno deberían ser más bajos. Lo ideal es que en este estadio las hojas tengan el color amarillo indicativo de esta carencia. De esta forma, nos resultará más sencilla la fase de secado.
- Síntomas de deficiencia
Tallos rojos, poco crecimiento, aspecto pálido de la planta y rápida coloración amarillenta de las hojas inferiores que se extiende hasta la planta.
- Síntomas de exceso
Exceso de follaje en la planta, tallos débiles, retraso en la maduración de los frutos, hojas color verde oscuro y mirando hacia el suelo, y poca resistencia a las plagas en general.
Fósforo (P) – Favorece la maduración de flores y frutos, y fomenta su perfume y dulzor.
El Fósforo se obtiene atacando la roca fosfórica pulverizada con ácidos fuertes o utilizando fosfato monoamónico. Así se logra que todo el Fósforo que se incorpora al suelo sea completamente asimilable por los cultivos. La presencia de Fósforo es esencial en todas las fases de cultivo interviniendo en el desarrollo de raíces laterales, la mejora de la absorción del agua y en la formación de los tejidos del tallo. Los abonos más ricos en Fósforo suelen ser los guanos de murciélago.
Es un elemento importante si se quieren reducir los tiempos de floración independientemente del ciclo lumínico al que se somete el cannabis.
- Síntomas de deficiencia
Tallos rojos, crecimiento lento o atrofiado, hojas inferiores de un color verde más oscuro y hojas amarillentas desde el nervio hasta los bordes.
Su carencia se denomina clorosis y si es severa provocará la muerte de la planta. Es difícil de corregir una vez se produce y la intervención solo se notará en las hojas nuevas.
- Síntomas de exceso
El exceso de Fósforo provoca el bloqueo de otros microelementos como el Calcio, el Cobre, el Hierro, el Magnesio y el Zinc, que de todos es el que se bloquea con mayor facilidad.
Potasio (K) – Es responsable de la multiplicación celular y de la formación de tejidos más resistentes a la sequía y las heladas.
El Potasio es siempre soluble en agua y puede proceder del cloruro o del sulfato potásico. Activa los procesos en los que intervienen las enzimas así como la fotosíntesis, que impulsa el crecimiento de la planta. En dosis adecuadas, la presencia de este macroelemento mejora las propiedades del sabor y aroma en la cata final. Muchos abonos presentan contenidos de K ligados a materias orgánicas, como las melazas. Sin embargo, otros se presentan ligados al Fósforo (P) en altas concentraciones y son asimilables por la planta. Su presencia en el crecimiento es vital para el desarrollo de las raíces y en la formación de tejidos en hojas y tallos.
- Síntomas de deficiencia
Rizado de los bordes de la hoja, estiramiento y muerte de la planta. Hay algunos factores que retrasan la absorción del Potasio por la planta, como la presencia de Magnesio y Calcio, metales antagonistas, o unos valores de pH muy ácidos.
- Síntomas de exceso
Bloquea la absorción de Calcio, Magnesio, Zinc y Hierro.
Este texto sólo pretende aportar información útil para los cultivadores principiantes, ya que el fertilizante que escojamos dependerá de nuestros objetivos y del tipo de sistema empleado para su cultivo. Una fertilización adecuada debe contemplar la utilización de fertilizantes orgánicos y minerales, que son complementarios.
Otros productos
También es importante conocer cuáles son las funciones de los estimuladores y los potenciadores. En este grupo entrarían los estimuladores de floración y los boosters, unos aditivos que bien utilizados pueden suponer el toque de gracia para nuestros cultivos. A diferencia de los fertilizantes para crecimiento o floración, en los estimuladores y potenciadores no resulta fundamental conocer los índices NPK para determinar la efectividad del producto, ya que estos suplementos se componen principalmente por aminoácidos y micro nutrientes. Proporcionan a la planta una dosis de energía extra para realizar mejor sus funciones (fotosíntesis, división celular, etc.) y utilizarlos con mayor o menor concentración depende de cada uno.
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