El cultivo ecológico de la marihuana es apasionante. No solo cultivamos plantas mediante esta técnica, fabricamos nuestros propios abonos a base de estiércol, de algas, pescado
Lo primero que descubrí al rayar el día me asombró: Toda la playa llena de lanchas, barcos varados en la arena, y ni un triste muelle en el cuál amarrar. Lo primero que hice fue dar las gracias al jefe del poblado, un hombre moreno y enjuto, de pelo negro rizado, sin ningún rasgo de autoridad, pero su presencia inspiraba. No sé el qué, quizá la forma en que el resto de los habitantes del pueblo trataban, con una mezcla de confianza y respeto, que me hizo sentirme pequeño en su presencia mientras hablábamos en una mezcla de francés.
Le pregunté por el tema del muelle, pues me picaba la curiosidad, y más cuando al final de la playa desembocaba un río bastante ancho. Su respuesta fue sencilla, y clara: «Los ríos son la vida, allí dónde con la Mar se juntan crían los peces, son santuarios e intocables. Si tenemos playas para resguardar nuestros barcos, ¿ vamos a destruir la fuente de vida qué nos da de comer?. Si cortamos los árboles de la orilla para construir el muelle los peces no podrán criar entre sus raíces por lo que desaparecerán. ¿Qué vamos a comer entonces? .Si cortamos un árbol para hacer una canoa, ¿cómo acertamos a saber que ese árbol no tiene otro destino?. No somos Dioses, ellos nos proporcionan todo lo que necesitamos, envían la tormenta que derriba el árbol que necesitamos, y así nos evitan errar en la decisión. Ellos nos guían en la vida, en la mar, y son quiénes deciden nuestro destino. ¿ Entonces de qué preocuparse?». Me respondió sin acritud, solo con asombro, como si hablase con un niño en vez de con un hombre. Esa respuesta plantó en mí una semilla.
Con el paso de los días nuestra presencia dejó de ser interesante y la gente volvió a sus labores. Los ayudábamos en la pesca, nos reíamos juntos con la bebida que bajamos de a bordo, fumando petas, y como los jóvenes son iguales en todo el mundo, acabé haciendo pandilla con varios. Ellos me enseñaron un día un lugar lleno de plantas que comenzaban a crecer, de casi metro y medio, sin señales de floración todavía. Era principios de septiembre, finales de invierno allí, pero contaban con la ventaja del clima casi ecuatorial. Algunas tenían un color malva muy suave entre el verde de las hojas. “Son de otras islas me dijeron, cuando maduran son moradas”. Fue la primera vez que escuché hablar de hierba púrpura, y pasó mucho tiempo hasta que volví a escucharlo.
A mediados de septiembre nos recogió un mercante que nos llevó de vuelta al Cabo, y a mí de vuelta a casa con esa semilla dentro de mí, que con el tiempo germinó, y me llevó a lo que soy ahora, un defensor a ultranza del cultivo ecológico.
Cultivo ecológico de marihuana
Pues sí amigos míos, el cultivo ecológico de la marihuana es apasionante. No solo cultivamos plantas mediante esta técnica, fabricamos nuestros propios abonos a base de estiércol, de algas, pescado…reciclamos todos los desechos del cultivo y aprovechamos para ello todo lo que la madre naturaleza nos ofrece y dona gratuitamente, y sin pedirnos nada a cambio, solo que la Respetemos y cuidemos.
Aún recuerdo mis principios en este tipo de cultivo, los grandes fracasos, que los hubo y muchos, los éxitos, pocos…La fabricación de mis propios abonos mediante estiércol, algas, y guano, las diversas mezclas de turbas, humus, perlita, etc…hasta encontrar la mezcla ideal. El reciclado de los sustratos usados en anteriores cosechas para su posterior uso. Y sobre todo, la satisfacción que experimenté cuando comprobé que mis abonos funcionaban. Los diversos experimentos jugando con temperaturas, períodos lumínicos, etc…
Cuando conseguí mis primeras semillas viables, Green Cove las llamé, e incluso hice un seguimiento de ellas que publicó la revista Yerba, que os recomiendo leáis, la revista digo, jajja…Y si de paso le echáis un vistazo a mis artículos pues encantado.
También recuerdo los resultados de mis primeras cosechas ecológicas. Algunos decepcionantes, de cosechas escasas, cogollos prietos pero pequeños, más fue al catarlos cuando descubrí un mundo nuevo de sabores, y de sensaciones ya conocidas que me animó a continuar.
Llevo fumando desde muy joven, y en aquellos años la hierba era natural, de cosecha anual. Eran otros tiempos, los abonos había que preparárselos…No existían nada eco ni comercial. Ni la multitud de variedades que existen hoy en día en el mercado. Había simplemente marihuana, marroquí mayormente, pero también podíamos comprar hierba que venía de México, o de Sudáfrica, la ventaja de vivir en una ciudad portuaria. Otra cosa que muchos de vosotros no conocéis, jajj…la mayoría de las veces venían con semillas, que por cierto guardábamos con esmero para cultivar en su época.
Hace mucho tiempo de eso y desde entonces las cosas han cambiado mucho. Yo hace más de ocho años que no navego, un poco menos que descubrí a Syrup, y desde entonces toda la marihuana que cultivo para mí está abonada con ellos, y por supuesto, genética de Buddha Seeds.
No hay nada comparable a la cara de un amigo cuando fuma mi hierba, suda… Y, alucina.
Naturalmente cuando testeo alguna variedad para ellos utilizo los sustratos y abonos que ellos me indican y proporcionan, pero ese es otro asunto, y la hierba que consigo así la uso para mis lociones y ungüentos que prepara mi hada Inma, farmaceútica, y apasionada también del cultivo eco, pero que ella trabaja en el terreno de la planta forestal.
Es a ella a quién debo la mayoría de mis éxitos, pues me ayuda a calcular los aportes y analiza los diversos abonos que fabrico, evitándome muchos errores.
Y bueno Amigos Míos, hoy os he dado una turrada. Espero que os guste y veros pronto de nuevo, ya es la hora de fumar un Buen Boong de #Syrup. A Vuestra Salud…
Por Adryc Manëllson. @Apez140
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Buenísimo el artículo. Que miedo pasarías en tu primer naufragio jeje. Que sepas que estoy cultivando syrup por lo bien que hablas de ella e jeje. Haber si me sale la mitad de bien que lo que describes, con eso ya me conformo. Sigue con artículos Buenos adryc esto es pura historia, y muy entretenida