Enterraron cuatro contenedores que los usaron como cuartos de cultivo de cannabis bajo tierra
Dos personas montaron un cuarto de cultivo de cannabis, de grandes dimensiones, bajo tierra. Aprovecharon cuatro contenedores de transporte de mercancías para enterrarlos y montar un sistema de cultivo de considerada complejidad en un campo remoto del suroeste de Inglaterra, concretamente en la localidad de Spaxton. Para disimular la entrada a los contenedores la taparon con dos caravanas, que tenían un pequeño acceso en el suelo, a modo de trampilla, para acceder al cultivo de cannabis bajo tierra.
Cada vez más los cultivadores o los narcos de la marihuana se las ingenian de mil formas para no levantar las sospechas de los vecinos o las autoridades. Esta vez dos habitantes de la localidad inglesa de Spaxton, en el condado de Somerest, ingeniaron un cuarto de cultivo bajo tierra. Para ello, tuvieron que enterrar cuatro contenedores que se usan para el transporte de mercancías para habilitar unos cuartos de cultivo de cannabis y de este modo dar vida a decenas de plantas de marihuana.
A pesar de montarlo todo en un campo remoto, intentaron que no se les pasara nada desapercibido y taparon el acceso con dos caravanas, por el cual se accedía al cultivo. Hicieron un agujero en el suelo de la caravana, a modo de trampilla, y con una escalera se podía acceder. Según cuenta el periódico inglés Dailymail y cómo se puede ver en el vídeo todo estaba completamente organizado y estructurado, con sistemas de agua corriente, electricidad y su propio suministro de aire con tuberías de ventilación y ventiladores accionados por un complejo sistema eléctrico.
Cada contenedor tenía su propia función dentro de las fases de cultivo de cannabis. Todo estaba equipado con luces potentes para ayudar al crecimiento de las plantas de cannabis.
La policía británica detuvo a Cunning Adam Williams, de 42 años, y David Bradbury, de 51 años, como cabecillas de la organización. La policía incautó más de 150 plantas con un valor estimado de 150.000 libras.
La condena de ambos fue de ocho años en total, siendo obligados a pagar un total de 35.000 libras o enfrentarse un año más y seis semanas de prisión.
La audiencia escuchó la declaración de Williams, que confesó beneficiarse con 39.099 libras y se le ordenó pagar cerca 31.370 libras. En cambio a Bradbury ganó 35.720 libras, y se le ordenó pagar una multa de 2.905 libras.
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