Una de las grandes preocupaciones de los cultivadores de cannabis son los robos, de los que no se libran ni los que viven en el campo ni en la gran ciudad, y que dan al traste con las ilusiones de cientos de cultivadores.
No obstante, hay que andarse con ojo a la hora de poner freno a los ladrones, porque si nos dejamos guiar por algunos comentarios que circulan por Internet, nos podemos buscar más problemas de los necesarios. Así, aunque el cultivador se encuentra con cierto desamparo legal no se deben traspasar los límites y recurrir a la violencia.
Desde Buddha Seeds queremos daros algunos consejos para evitar los robos.
De entrada, denunciar el allanamiento de morada y el consecuente robo no siempre es lo más aconsejable, porque son numerosos los casos en que al acudir a la policía, el cultivador ha sido acusado por un presunto delito contra la salud pública. Los cultivadores de marihuana no reciben un trato igualitario al resto de ciudadanos cuando sus derechos son lesionados, son numerosas las voces que invitan a denunciar este tipo de robos porque en alguna que otra ocasión prosperan y se obtienen resultados.
Lo más llamativo de casi todas las noticias sobre robos de marihuana que se dan en España es que la edad de los rateros se encuentra entre los 16 y 20, y que la sustracción de la hierba no persigue otro fin que venderla en el mercado negro.
Aunque no siempre se da la misma pauta, en numerosas ocasiones, los ladrones son amigos o conocidos del cultivador, por lo que uno de los mejores sistemas para evitar los robos de cannabis es la del silencio.
En cualquier caso, hay iniciativas singulares encaminadas a frenar la oleada de robos que cada año se dan desde el inicio del verano hasta los meses de septiembre y octubre.
Sistemas anti robos
En cuanto a las soluciones que se pueden aplicar para impedir los robos de cannabis, hay que señalar que las vallas altas no sirven para nada, porque los cacos las saltan y el que tengas una planta en un balcón tampoco, porque acceden igualmente a él, sobre todo en el caso de edificios viejos, donde las balaustradas están muy juntas.
Un freno a los ladrones supone la instalación de un vallado de alambre llamado concertina, en el que los rateros se enganchan con facilidad, pero luego no pueden soltarse. También se pueden instalar mallas ciclónicas, alambre de espino o colocar un perro guardián que avise de la presencia de extraños.
Otra posibilidad es rodear las plantas con anzuelos de pesca, lo cual constituye un método barato de colocar y doloroso para el ladrón porque dado que siempre actúan con prisa para que no los pillen, se cortarán con facilidad, mientras que el cultivador realizará las labores de jardinería sobre su planta con cuidado, por lo que no se dañará las manos durante el proceso.
También se puede optar por una solución más laboriosa como poner las plantas dentro de una jaula con cascabeles soldados en las varillas, porque si están sueltos sonaran con el flujo de aire, no obstante con este método sonarán si alguien intenta cortar las varillas del contenedor.
Un sistema de disuasión es la instalación de cámaras, aunque no siempre funciona porque muchos ladrones conocen la indefensión en la que se encuentran los cultivadores delante de las fuerzas del orden. La principal función de este sistema es identificar a los infractores que invaden las casas de los cultivadores, por lo que sólo es realmente efectiva si se vive en un núcleo pequeño de población, puesto que se puede reconocer al ratero o rateros y actuar en consecuencia.
Asimismo se puede colocar un generador con música, voces de gente o incluso sirenas, que se active al paso de gente a la propiedad, ya sea mediante un sensor o al contacto con un cable que puede colocarse en las inmediaciones de la plantación.
Una propuesta para preservar tus plantas consiste en que si por casualidad recibes un chivatazo de que vas a su sufrir un asalto, puedes trasplantarlas a macetas e introducirlas en el interior de tu vivienda, si aún no están maduras, o recolectarlas si están en un buen punto de maduración.
Las alternativas para frenar la acción de los ladrones son infinitas, se pueden colocar carteles amenazantes, plantar el cannabis rodeado de espinos, zarzas o chumberas, o incluso clavar cuchillas de afeitar en la tierra alrededor de los tallos, porque de noche no se ven y es justo al abrigo de la oscuridad cuando se producen la mayor parte de los hurtos.
No obstante, lo mejor para evitar estas situaciones es ser discreto, cultivar en lugares donde no se vislumbren las plantas y procurar, o bien que no lo sepa nadie, o que sólo tengan conocimiento de que tienes plantas personas de tu entera confianza.
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