Técnica: Congelación de las hojas de la marihuana y restos del manicurado de los cogollos con nitrógeno líquido
Hola de nuevo amigas y amigos de este verde mundo de la maría. Es un placer estar de nuevo aquí en este blog de nuestros amigos Buddha Seeds para hablaros de cómo extraer hachís.
Antes de nada, daros las gracias por los agradables comentarios recibidos en mi primera colaboración en este blog, y darlas también, al moderador de éste por la amable reseña semanal del mismo y sus halagos inmerecidos a mi persona. Pobre mortal que cada día que pasa aprende algo nuevo en este mundo de cada uno de vosotros. Como prueba de ello va mi segunda colaboración.
Fue precisamente la persona que me enseñó a efectuar dicha extracción quién también me enseñó esto:
Cómo hacer la extracción de hachís de las hojas del manicurado de las plantas, y también de esas que vamos quitando en las semanas finales de cosecha y tienen algo de resina. Normalmente, tiramos las hojas de marihuana a la basura, pero podemos aprovechar la resina mediante la ultra-congelación con Nitrógeno líquido, al igual que hicimos la semana pasada.
Cuando manicuramos tiramos las hojas, y los recortes de los cogollos, a menudo rebosantes de resina. ¡Qué pena! – pensamos muchas veces. También sabemos que hay gente que lo guarda y una vez seco lo fuma, cosa que yo personalmente no recomiendo, con los consiguientes riesgos para nuestra salud.
Pues bien, podemos aprovecharlos al extraer esa resina de las hojas y también de los cogollos. Fue Juan, un breeder local y persona que conoce este mundo y todos sus entresijos mucho mejor que yo, quién me explicó el método. Entonces, decidí hacer una prueba y desde ese día comencé a guardar las hojas de marihuana y los cogollos y dejar que se sequen en cajas de cartón, aireadas y procurando que no se humedezcan. Conviene esparcirlas y no dejarlas amontonadas, y por supuesto en un entorno oscuro.
¿Cómo hacemos la extracción?
Necesitamos las hojas secas. Para esta prueba usé hojas de Syrup y de Magnum, variedades que a mí particularmente me encantan. Su sabor siempre me recuerda las lejanas Luces del Norte. Syrup en especial me trae recuerdos de mi juventud, y de aquellas plantas que hoy ya están olvidadas y su genética perdida por siempre jamás, por desgracia para los que sois jóvenes.
Al tema. La cantidad que usamos son 100 gramos de hojas secas (Foto 1). Y también la bombona de Nitrógeno líquido, la caja de bateo, etc. –podéis leerlo todo aquí–.
Metemos las hojas en el cilindro metálico (Foto 2), prensándolas bien. A continuación, metemos el cilindro lleno de hojas en la bombona (Foto 3) y lo dejamos dentro tres minutos. Pasado ese tiempo, sacamos el cilindro y lo vaciamos en la caja de bateo.
Normalmente necesitaremos la ayuda de una varilla para vaciarlo (Fotos 4, 5 y 6). Las esparcimos por la caja (Foto 7). A continuación, lo tapamos con el cartón plastificado (Foto 8 ) y a tocar la batería, aproximadamente durante unos diez minutos.
Una vez hecho esto retiramos la rejilla de la caja y tiramos los restos de las hojas. Observaremos que ya hay resina en el fondo de la caja (Foto 9). Volvemos a llenar el cilindro y repetimos todo el proceso. Cada vez vemos que el montoncito de resina va aumentando (Foto 10 ). Y así hasta que los cien gramos de hojas secas se acaban, y procedemos a recoger los resultados de la extracción (Fotos 11 y 12).
Resultados: De 100 gramos de las hojas, que yo utilizo para compost, se han conseguido 19, 3 gramos de resina de hachís (Foto 13).
¡Vaya, vaya! Tenemos casi 20 gramos de resina de hachís qué antes hubieran acabado en la basura, o en compost, quién lo iba a decir. También, observamos que el color de la resina es de un verde un poco más claro que la conseguida con los cogollos, pero su efecto es cuánto menos el mismo… Y diferente, tiene hasta otra frescura, no sé cómo definíroslo exactamente (y eso que labia tengo un rato).
Os recomiendo que os fuméis una pequeña pipa con el polen solo. Encendedla, aspirad, y después de la primera calada, me decís a dónde os lleva.
El proceso en sí es exactamente igual que si efectuáramos la extracción de la resina con los cogollos, pero con las hojas solo la efectuamos una vez. Cuando Juan me enseñó el proceso congeló las hojas dos veces, como expliqué en su día en un artículo publicado hace ya tiempo en la revista Yerba. Pero después de efectuar varias extracciones con hojas por mí cuenta he llegado a la siguiente conclusión: sí volvemos a efectuar la congelación y las bateamos de nuevo, solo conseguiremos que junto con la resina vaya algo del polvo de las hojas al romperse, y volvemos a las mismas, la salud.
Hay que tener cuidado con lo qué fumamos. Igual que nunca fumaríamos unos cogollos con moho, pues tampoco vamos a fumar polvo de hoja. Así que no seáis avariciosos y seguid mi consejo haciendo lo que yo hago. Solo congelo una vez cada lote de hojas, lo que perdamos en cantidad lo ganaremos en sabor y salud.
Bueno amigas y amigos, ya va siendo la hora de acabar, además tanto hablar de marihuana me está dando sincio, como aquí en el norte decimos, así que por hoy os dejo, espero no haberos aburrido y que os sirva al menos para saber algo nuevo.
Y también es la hora de fumarme un buen Bong de Syrup, Así que, a vuestra salud. Y hasta el siguiente post.
Por Adryc Manëllson @apez140
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